Qué nos puede aportar el turismo sustentable ante lo que viene

Fabián Piqué hace años trabaja en el sector turístico como consultor, capacitador y auditor. Ha participado en diversos proyectos y programas para organizaciones públicas, privadas, cámaras, Parques Nacionales, y su expertise está en el desarrollo y gestión del turismo sustentable.

El contexto Covid19 y lo que vendrá después, está llevando a expertos a re pensar la actividad post crisis, en la cual además de la recuperación económica, todos esperan un despertar de la consciencia ambiental en los turistas y de operadores y gestores.

Cómo capitalizar las experiencias de situaciones previas, para que nos ayuden a planificar mejor las nuevas formas que tendrá el Turismo desde ahora. Es uno de los planteos que despierta la entrevista a Fabián.

¿Cómo estás viendo esta evolución de los acontecimientos?

Primero que nada, con una sensación de incertidumbre y angustia, que compartimos todos, respecto al alcance global que tomó la pandemia y las consecuencias físicas, psicológicas y de relación que trae estar encerrado en cuarentena. Y si bien la primera mirada está puesta lógicamente en la salud y la economía, con el correr de los días van apareciendo situaciones laterales que empezaron a llamar la atención.

¿Como cuáles?

Desde el punto de vista de lo que es mi profesión, lo primero que me llamó mucho la atención, es que en poco tiempo se reportaron cambios favorables en los ambientes naturales urbanos y semiurbanos, que eran esperables de alcanzar en otras circunstancias, pero que aún no se llegaban a concretar. Espejos de agua, flora y fauna, contaminación ambiental, todo en rápida recuperación según noticias que nos llegan de todo el mundo

Coincidimos en lo extraordinario de la situación entonces

 Absolutamente, solo que me hubiera gustado ver esa recuperación de manera gradual, y gracias a la aplicación de una gestión sustentable, que aún no se logra consolidar.

¿Hay experiencias de situaciones similares?

De esta magnitud claramente no, aunque a otro nivel, hemos tenido situaciones comparables en algunos aspectos, relacionados con la incertidumbre, la crisis del sistema económico y el corte abrupto de los tráficos turísticos. Recuerdo en los años 90 la primera aparición del hantavirus en la región norte de Patagonia, y luego en 2011 las cenizas del Caulle-Puyehue, nos llevaron a transitar problemáticas de las cuales salimos adelante como se pudo, con acciones que surgieron desde el Estado y desde los privados. 

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Salimos y se siguió luego. ¿Con alguna mejora? 

A mi entender, en ambos casos, creo que  dejamos en el camino temas sin resolver que hubieran consolidado el sistema turístico, con el objetivo de ser más eficaces a la hora de gestionar de manera real la sustentabilidad en el territorio.

¿Y ahora?

Ahora estamos ante otra gran oportunidad y es obvio que primero se deben atender los sistemas de salud y la economía en general, pero no podemos esperar a que aparezca una recuperación para luego aplicar planes que algún día nos permitan contar con una región donde el Turismo Sustentable sea de plena aplicación. Podemos actuar ahora y así tener mejores chances de sostener el tejido social, gestando una diferenciación entre el “antes” y el “después” de esta pandemia, que confiamos se revierta en algunos meses.

¿Qué propondrías de tener en cuenta?

Obvio que no creo que nadie tenga una respuesta mágica, pero creo que se puede reflexionar y consensuar sobre algunas tareas que bien se pueden desarrollar ahora, de bajo costo, y donde el know-how y la disponibilidad de recursos tienen más que ver con la experiencia ganada y con planteles disponibles hoy por hoy ya que no tienen a quienes atender, al no haber turistas circulando por nuestras ciudades y Parques Nacionales.

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¿Cuáles podrían ser?

Puedo pensar en vos alta y partiendo de mis conocimientos del territorio y basado en mi experiencia de tantos años promoviendo y trabajando en favor de la sustentabilidad diría que los principales aportes podrían venir de estos temas:

  • Información de base de los destinos: muchas veces al visitar localidades turísticas me doy cuenta que faltan datos que ayuden a establecer indicadores. Sería un buen momento para realizar esta tarea. Y de paso ir tomando nota de las capacidades de carga de cada atractivo, producto y excursión, para garantizar una adecuada atención sanitaria del visitante.
  • Se debería identificar y evaluar los lugares donde los futuros visitantes recibirán un servicio sanitario básico, mientras transitan las ciudades, a fin de que perciban una real preocupación del destino ante la necesidad de lavarse las manos mínimamente de forma segura. Hoy casi no contamos con baños públicos de acceso libre.
  • Cuántas veces hablamos en estos tiempos de los beneficios de una economía solidaria y circular, para favorecer a los más vulnerables? Sería entonces un buen momento para gestar una central colaborativa de reservas, que permita armar un “clearing” de disponibilidad en cada destino, posiblemente gestionada desde el organismo de turismo (para garantizar que ingresen los establecimientos  pertinentes). Sería temporaria y comunitaria, que sepa administrar de manera equilibrada las solicitudes de alojamiento que vayan llegando a cada ciudad. Esto permitiría que no haya desbalances fuertes, es decir que sólo se salve el que tiene más recursos o experiencia, dejando atrás a otros, llevándolos a un cierre o quiebra definitiva. Repartiendo las reservas por segmento de categoría y tarifas (previamente consensuadas),  se podría lograr que haya un poco para todos. Si sabemos aprovechar las herramientas tecnológicas con que contamos hoy, creo que es factible. Y sería voluntaria, tanto desde quien ofrezca allí sus camas como de parte de quien viaje, aunque con buena promoción podría cobrar un sentido superior de solidaridad importante ya que de esta forma el que viaja sabría que estaría ayudando al destino.
  • Necesitamos que definitivamente los habitantes de cada uno de nuestros destinos turísticos, se conviertan en verdaderos anfitriones. Y eso se logra solamente cuando cada poblador se apasiona por el lugar en donde vive. Y sabemos que muchas veces  no ocurre dada la imposibilidad de acceder a los atractivos, lo que ocasiona no conocer con qué se dispone, ni la oferta existente para los turistas que llegan a la localidad. Sería un excelente momento para lanzar campañas de difusión y capacitación, pero orientadas al poblador local, es decir lograr que se conozca y aprecie aquello que luego podrían seguramente promocionar. 
  • Se van a necesitar todo tipo de protocolos ante la salida de esta situación de pandemia, y cuando lleguen nuevamente los turistas a nuestros destinos, seguramente la mirada estará en cómo se garantiza la situación sanitaria para prevenir contagios (recordemos las campañas de la época del hantavirus). Por consiguiente sería necesario abordar su desarrollo, especialmente para los pequeños y medianos prestadores, que son quienes tienen seguramente un menor acceso a información o experiencia en temas afines.
  • Hay que invertir también en concientizar a los futuros viajeros, debemos contar cada vez más con un turista que a la hora de visitar nuestra región, priorice los valores y patrimonios que queremos preservar, desde una conducción de vehículos más adecuada, la priorización de la compra local, el respeto al orden y limpieza de cada sitio y otras acciones que están englobadas en la concepción que todos conocemos del Viajero Responsable. Le estaríamos hablando al argentino viajando por Argentina, para que cuide las playas que ahora están limpias, los lugares públicos que ahora no tienen basura y mil cosas más.
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Conocemos las potencialidades de nuestros profesionales, empresarios, emprendedores, académicos, docentes, funcionarios, sabemos del compromiso que muchos tenemos sobre esta temática, y sumando ideas y criterios, varias de ellas son alcanzables. Es el momento. Y de todos modos, hay que ir en esa dirección, hacia la cual se viene trabajando desde hace años. 

Nos queda ser pacientes y responsables mientras dure la cuarentena, confiar en que esta pandemia, como las anteriores, irá aflojando, y mirar hacia adelante sabiendo que esta vez, no habrá muchas más chances de recuperar la actividad y a la vez cuidar nuestra Casa Común. Y principalmente cuidar y ayudar a quienes habitamos esta maravillosa región. Es el momento, sabemos cómo hacerlo. 

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2 respuestas

  1. Que importante lo de sensibilizar a los anfitriones respecto de los visitantes.
    Tengo muy presente de mi paso por Traslasierra en Córdoba, lo que necesitábamos a los turistas (ya que solo teníamos ocupación por dos meses al año) y cuando llegaban, hacerlos sentir extranjeros. Se los veía como una molestia necesaria. Así lo sentía yo. Muy buen reportaje, gracias

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