El sector gastronómico vive una de las peores crisis de la historia: cada día que pasamos en aislamiento representa un nuevo restaurante, café, bar, que no puede dar servicio. Esto significa la imposibilidad de facturar y poder afrontar los altos costos fijos que maneja este sector.
Quienes se animaron, transformaron su negocio al modelo de entregas a domicilio, y en un 90% éstas suceden a través de las plataformas líderes de servicios de pedidos: Glovo, Rappi, Pedidos Ya, Uber Eats.
Si, es verdad que estos sistemas han permitido que rápidamente muchos comerciantes re adecuen su modelo de negocio, y al menos intenten facturar un mínimo que les permita subsistir, pero también es verdad que nos encontramos en un contexto de crisis donde todas las empresas y proveedores contemplan la necesidad de los sectores golpeados y las empresas de app de deliveries se mantienen completamente rígidas en sus porcentajes de comisión y con cada vez más problemas en la prestación de servicio a sus clientes gastronómicos.
Presos de las app
Ante la imposibilidad de abrir o de incorporar personal que realice las entregas, las app de deliveries son prácticamente la única opción de restaurantes, bares, café e incluso muchos otros pequeños negocios que hacen entrega de mercadería. Muchos de los sectores de comercio y gastronomía se encuentran presos de un oligopolio que establece montos de comisión inamovibles, términos de pago y condiciones injustas para el comerciante, y un servicio deficiente.
“Pedidos Ya cambia de manager o atención de cuenta de mi restaurante cada un mes, y nunca te avisan. O sea cada vez que necesitás ayuda ante un problema o reclamo (y suceden permanentemente) no tenés a quién acudir”
Comenta Agustín García, dueño y encargado de un restaurante en la ciudad de La Plata.
“Rappi, por ejemplo, trabaja con 15 días de diferencia de pago; o sea que el restaurant tiene que financiar durante medio mes todo lo que ingresa a través de este servicio, que lamentablemente hoy es casi todo.”
En muchos casos, nos comenta Manuel Alfano, otro empresario gastronómico de la ciudad, existen “errores de pedidos” en los cuáles el restaurante puedo no tener injerencia absoluta (no llegó el repartidor, el usuario “cancela”), y la app solo realiza un reintegro del 50%.
Marcelo Barsuglia, secretario de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) se manifiesta al respecto.
Algunas de nuestras Filiales han comenzado a manifestar los inconvenientes que genera la venta a través de las aplicaciones de delivery, que se volvieron fundamentales en esta cuarentena. En algunos casos las comisiones llegan hasta el 30% del valor del pedido. En Chaco, los restaurantes nucleados en nuestra Filial decidieron cancelar los pedidos a través de una de las aplicaciones durante un día, como protesta por las altas comisiones que cobran.
Esta situación pone aún más en jaque al empresario y sus empleados. A estos costos, se suman sueldos, alquileres, materias primas, servicios, impuestos nacionales provinciales y municipales. Por otra parte, en esta etapa de aislamiento social, las ventas por delivery también disminuyeron, ya que no solo no hay reuniones sociales, sino que la gente tiene más
tiempo para cocinar en casa. También influye la baja del poder adquisitivo y la incertidumbre que produce esta crisis sanitaria.
Recordemos que los restaurantes están cerrados en todo el país, alrededor de un 15% hace delivery. En épocas normales, esta modalidad representa un pequeño porcentaje de la venta, es solo un complemento de la venta tradicional.
Hasta ahora, en la cuarentena, el delivery es la única forma de venta para los restaurantes. No estamos en contra de las Apps, son importantes para los establecimientos que no tienen delivery propio, mucho más para los restaurantes que, recién en este contexto, están intentando vender a través de esta modalidad.
Desde FEHGRA trabajamos para tratar de acercarle a los empresarios soluciones a estos y otros problemas. Las aplicaciones en general suelen ser muy poderosas y hacen falta normativas que regulen situaciones de inequidad como estas. No son problemáticas de rápida resolución y mucho menos en este contexto.
En principio, esperamos que en breve se habilite la posibilidad de implementar el “take away”, con la venta telefónica directa y la planificación de retiros del cliente por el establecimiento.
Qué intentan hacer algunos restaurantes
Ciertos empresarios han optado por realizar entrega de pedidos que hayan sido encargados con anticipación. De esta manera pueden organizar tiempos y rutas para que ellos mismos, o algún taxista o remisero, puedan dejar los productos. Naturalmente esto es un sistema con muchas limitaciones.
Otros restaurantes apuestan a que quienes se encuentren en un radio muy próximo, puedan retirar los pedidos por los locales; aunque bajo las medidas de aislamiento actuales, esto no es lo recomendado.
Los repartidores, desamparados ante la ley y en permanente reclamo
Desde hace tiempo los repartidores se encuentran en permanente reclamo por las condiciones laborales de estas empresas, y se ha acentuado en el contexto Covid19, asociado a medidas de seguridad e higiene.
En la actualidad Glovo tiene cerca de 8000 perfiles activos en su app, distribuidos en las diez ciudades en las que operan. En el caso de Rappi hay 10.000 personas que toman por lo menos un pedido al mes.
Muchos repartidores se han sumado en el último tiempo ya que es una de las pocas salidas laborales rápidas disponibles actualmente, esto lleva a que tengan menos viajes disponibles, y por ende la recaudación sea mucho menor.
Por lo tanto estas empresas logran tener un amplio grupo de repartidores a disposición y sin remuneración fija, Aquí también, nuevamente son las grandes ganadoras.
