Conforme avanza el mundillo de la tecnología y la aparición de nuevas herramientas que llegan para sofisticar la manera en la que nos conectamos, aún sin necesidad de compartir codo con codo en escritorios contiguos, muchas profesiones han encontrado un lugar para la transformación y han mutado sin necesidad de ocupar un lugar fijo en la planta de una empresa o ambiciosa compañía.
Ante un contexto tan particular como el de la proliferación de la pandemia COVID-19 y la consecuente necesidad de evitar la concentración de muchas personas en espacios públicos y privados y en transportes, muchas empresas han optado por la posibilidad de no exigir la presencia física en un determinado lugar sino más bien de fomentar el trabajo desde casa, comúnmente identificado como ‘home office’. Cabe destacar que, en el caso de los países que se encuentran cumpliendo una cuarentena total obligatoria, esta medida ha sido impuesta de manera arbitraria.
En efecto, en estos momentos hay quienes se embarcarán en el mundo del trabajo remoto. Así que, qué mejor que poder tener en claro qué cosas sí son recomendables para sentirse cómodo trabajando desde casa y qué cosas se deben evitar a toda costa.
El compromiso, la responsabilidad y la disciplina empiezan por casa
Según definen, el trabajo remoto tiene tres componentes esenciales para que funcione. El primero, que estemos comprometidos a cumplir nuestras tareas. El segundo, que nos hagamos responsables del trabajo que presentamos. El tercero, la disciplina que se necesita para trabajar sin supervisión constante.
Toma nota…
1. La pereza como amiga empieza
No estamos seguros de poder adjudicarle un autor a esa expresión, pero de seguro sabemos que es 100% verídica. Una de las primeras recomendaciones que podría dar cualquier persona que se dedica a trabajar desde su casa es abandonar el modo pachorra y visualizarse como si estuviera en una oficina. Esto es: abandonar el pijama o la ropa muuuy de entre casa, dejar de lado la postura de descanso y, por supuesto, ni hablar de estar con la computadora recostado en la cama. NEVER.
Por más que se trate de la intimidad de tu hogar, es un buen ejercicio predisponerte a como si tuvieras que entrar a una lujosa oficina de una gran empresa. Por supuesto que esto no tiene por qué influir en la calidad del trabajo que vayas a realizar, pero si este punto se trata, sobre todo, de mantener una estructura mental que relacione una vestimenta acorde y un peinado o estilo ‘presentable’ a una actitud proactiva de “estar” en modo trabajo.
Además, esto te ayudará a establecer límites entre tu jornada laboral y tu vida personal, dado que ahora estarán ambas fusionadas en un mismo ambiente: tu casa.
2. Ambiente agradable
Ya hablamos de tu presencia y actitud para dedicarte a encarar una jornada laboral en tu propia casa, ahora hablemos del segundo y también importante aspecto a tener en cuenta: el ambiente que elegirás para trabajar.
Ya sea que se trate de un estudio o cuarto especial dedicado para lo que sea vida laboral, un escritorio dentro de tu habitación, el comedor o el living de tu casa, procura que se encuentre limpio y libre de ruido. ¿Ruido? Sí, nos referimos a todo aquello que pueda llamar tu atención, que irrumpa en la escena de tu jornada laboral. Por esto es recomendable que se trate de un espacio limpio y ordenado, austero, en el que cuentes con todo lo que necesites para el trabajo.
3. Fijar metas y objetivos por día
Lo ideal es poder planificar a largo plazo, al menos identificar cuáles son las tareas a desarrollar durante la semana. Aún así, lo mejor es ir paso a paso, así que puedes empezar anotando desafíos y metas a cumplir en el corto plazo. Si no es algo que acostumbras a hacer, comienza a hacerlo y verás que no hay satisfacción más grande que ir tachando de una lista o eliminando pendientes en un calendar. Esto te ayudará a centrar tu atención en cumplir con una tarea a la vez y luego continuar con otro objetivo.
4. Gestión del tiempo
Procura dar comienzo a tu jornada casi al mismo tiempo que si estuvieras sentándote en tu escritorio asignado. Obviamente trabajar desde casa te regala unos minutos más para estar en la cama, siendo que no tendrás que hacer a las apuradas y correr detrás del transporte público o de un embotellamiento de autos que te impide llegar a la oficina. Pero ten en claro que eso no te da lugar a procastinar, y extender por demás el tiempo de relajación antes de encender la notebook. Nada de “5 minutitos más” que acaban siendo como una hora y media.
Dedícate a comenzar en un horario fijo con tus tareas para poder resolverlas cuanto antes y dar inicio a otras actividades (laborales o no). Desde la propia experiencia, esto es: si tengo una jornada de 8 horas para resolver una tarea, posiblemente me tome ese tiempo considerando que, terminando antes o después, de igual manera tendré que quedarme ocupando mi puesto hasta que finalice el día. De manera contraria, deberé tomar la responsabilidad en cuanto a cómo quiero usar mi tiempo: si mi objetivo es resolver esa misma tarea de manera rápida y eficiente para dar lugar a dedicarme a hacer otra cosa, pondré todo mi esfuerzo y atención a cumplir en un plazo más corto.
5. Utilizar herramientas y nuevas tecnologías
Cualquiera sea tu profesión a desarrollar, podrás encontrar infinidad de nuevas plataformas y herramientas de trabajo colaborativo que te llevarán a poder manifestar cuáles son esas metas a corto plazo y a largo plazo que antes mencionábamos: Slack, Asana, Trello, Drive, son creaciones que permiten trabajar en tiempo real y colaborar con otras personas en los documentos al mismo tiempo.
Una respuesta
Todo bien, menos el tema del tiempo. Está bien si vives sola, pero si vives con familia o eres padre o madre de familia, es casi imposible hacer un horario laboral. Es realmente estresante querer cumplir ese horario y a la par las necesidades de los hijos o de los padres.