Por Marina Bergler, Médica pediatra y Jose Luis Lopez Ibañez, Lic en Turismo
Fuimos compañeros de colegio y nos juntamos a partir del interés común de poder unir de alguna manera los saberes de nuestras profesiones para contestar la pregunta del título.
Antes de considerar viajar durante la pandemia de Coronavirus, debe conocer y evaluar los riesgos asociados al mismo, ya que sabemos que el virus puede circular con nosotros y por ahora la única medida efectiva de prevención es el distanciamiento social sumado a pautas higiénicas. Si bien a futuro es posible la existencia de una vacuna, falta mucho para considerarla una medida efectiva y ello no va a relevarnos de tomar cuidados. Mientras tanto debemos aprender a vivir con el riesgo de saber que el virus existe y nos puede enfermar, sobre todo si no tomamos recaudos.
Como muchas cosas en la vida, no hay una sola respuesta a la pregunta si será seguro viajar durante la pandemia, las variables son múltiples, veamos de qué depende:
En todos los ámbitos en estos meses, lo básico e ineludible es aceptar las normas y recomendaciones sanitarias: uso de barbijo, mantener distancia social (pero no afectiva) de otras personas y lavarse las manos…. Eso lo debemos hacer.
También sabemos que debemos evitar tocar superficies que pudieran estar contaminadas y evitar tocarnos la cara para minimizar la posibilidad de contagio, todas muchas otras conductas que seguramente implicarán un cambio profundo a largo plazo en las conductas usuales y las turísticas también.
A su vez debemos aceptar que por lo que se sabe hoy del Coronavirus no hay situación que implique cero riesgos, obviamente si se toman recaudos, las posibilidades son menores.
Se debe siempre analizar la situación epidemiológica del lugar que va a visitar. Es evidente que el riesgo se minimiza si ud. vive en una localidad donde no se han manifestado contagiados en los últimos tiempos y viaja a un lugar donde no hay coronavirus. Es decir circula de zona blanca a otra blanca.
Contratar un viaje también implica actuar sobre la base de ciertas seguridades y en estos tiempos estas son pocas y mucha es la incertidumbre. Por eso privilegie en la organización del viaje aquellos que le proponen en la comunicación una política de cancelación flexible o moderada de cara a lo que pueda pasar.
El traslado
El viajar implica desplazarse y el automóvil particular garantiza el aislamiento necesario. Para ello el auto propio es la mejor alternativa. En caso que eso no sea posible hay opciones en principio más seguras que otras.
Una opción es alquilar un auto. En ese caso se recomienda elegir una empresa que adopte protocolos de limpieza estrictos y avalados por las autoridades sanitarias. Si el auto está adecuadamente higienizado y ventilado, no debería haber riesgos para la salud. Recordemos que la mayor posibilidad de contagio es de persona a persona. Si las superficies están correctamente limpias y el vehículo no es lo reutilizado por un plazo mínimo de 72 hs. sería lo óptimo para evitar la proliferación del virus.
El cuidado de detalles como entregar la llave desinfectada y dentro de un sobre sellado puede contribuir positivamente.
También tenga en cuenta detalles como si la empresa, mas allá de reforzar las medidas de limpieza. Por ejemplo si ha flexibilizado la política de cancelación, ya que por la crisis sanitaria se pueden generar situaciones no deseadas, como que el cliente presente síntomas, donde lo mejor quizás sería que se quede con el coche por el periodo que pueda contagiar (de 7 a 15 días) y no lo use, para evitar la propagación del virus. Acá las empresas que ofrezcan sistemas que contemplen soluciones a estos problemas que deben ser regulados o contemplados.
La opción de tomar un avión es la que más incertidumbre genera. Si bien los fabricantes de aviones y las líneas aéreas dicen que sus sistemas de seguridad y de circulación del aire son seguros, lo cierto es que las aerolíneas y los aeropuertos están en el ojo de los consumidores y están estructurando nuevas normas de salud y seguridad para que los viajeros vuelvan a volar sintiéndose seguros.
El alojamiento
El caso del alojamiento merece un análisis detallado y que el pasajero adopte la mejor alternativa para él. Es decir, la que le sirva mejor para ese viaje.
El hotel tiene siempre mayores opciones de interacción con pasajeros y personal y posibilidades de que se junten personas en los espacios comunes como el vestíbulo, el restaurante, los ascensores, las piscinas o los spas. Muy posiblemente vaya a haber por mucho tiempo restricciones al uso de algunos de estos servicios, pero también es posible encontrarse con personas menos cuidadosas
El mantenimiento de las reglas y recomendaciones de sanidad será también responsabilidad del personal de los hoteles de la misma manera que la desinfección rigurosa de habitaciones y áreas comunes. La mayoría de los hoteles (sino todos) han anunciado nuevas políticas de limpieza desarrolladas con el área de sanidad que tiendan a asegurar la protección de los clientes y reduzcan las posibilidades de propagación del virus.
Dentro de su evaluación le recomendamos también averiguar sobre medidas que el establecimiento adopto para garantizar distancia entre pasajeros, en el mobiliario, salones (sobre todo averigüe por el desayuno y el aforo de restaurantes y bares) y zonas comunes y como se hace el check-in y el check-out, para que se haga lo más rápido posible y en lo posible, sin necesidad de pasar por recepción y las distancias mínimas de seguridad. Cuantos más tramites que antes se hacían personalmente que ahora se hagan a distancia, mejor.
Los hoteles son conscientes que las medidas que impliquen distanciamiento social serán las más problemáticas de llevar a cabo. También evalúe si el hotel pone a su disposición kits de desinfección, cubrebocas o tapabocas, máscaras u otros elementos de limpieza y desinfección o cuidado.
En Argentina existen muchos establecimientos comerciales que no son exactamente hoteles, como por ejemplo Cabañas, Bungalows, Residenciales, Hosterias, Apart-Hoteles, Moteles, Pensiones, Campings, establecimientos rurales, etc. Todos estos casos no tienen, en general, características uniformes. Cada establecimiento, además, tienen sus propias características. Por eso conviene analizar con información sobre cada emprendimiento las características de cada uno. En principio parece oportuno ponderar positivamente que haya distancia entre habitaciones, los espacios comunes y si los baños son individuales y ponderar negativamente niveles de hacinamiento, poca ventilación, baños compartidos, por ejemplo.
En principio parece apropiado prestarle atención a los establecimientos con habitaciones separadas entre sí, que tiendan a ser comercializados por periodos mayores a una noche (por favorecer la menos rotación de pasajeros), con pocos pasillos ventilados o abiertos y donde pueda tener algún nivel de certeza de la limpieza. Incluso podría verse favorecido aquellos establecimientos que permitan a los propios pasajeros a ser responsables de la limpieza de su habitación y que no provea servicio de limpieza porque así los pasajeros se aseguran que nadie externo entra a su habitación.
Otra opción de alojamiento son los departamentos privados que en muchos casos se reservan por Airbnb o sistemas similares. Para muchos utilizaruna casa o habitación particular que asegure que se puede evitar la interacción con otros huéspedes puede parecer la mejor opción. Además estos sistemas están presentando sistemas que refuerzan los controles de limpieza y desinfección.
Airbnb presento un “Programa de Limpieza Avanzada” al que los anfitriones podrán sumarse a un protocolo estandarizado para la limpieza y desinfección del hogar compartido que incluye mascarillas y guantes para anfitriones o limpiadores, así como también el uso de desinfectantes que hayan sido aprobados por las autoridades.
Otro detalle interesante es que los anfitriones que participen en este programa podrán ayudar a prevenir la propagación del virus gracias a una herramienta que permite bloquear las reservas y dejar los alojamientos vacíos durante 72 horas entre una estancia y la siguiente.
Sin embargo, las medidas de limpieza varían según la propiedad y no existen las mismas garantías de desinfección que pueden ofrecer los hoteles. Pero muchas veces estas propiedades están separadas unas de otras y esa distancia entre las mismas les otorga las ventajas de la distancia.
No habría la necesidad de optar entre estas formas de alojamiento si estos cumplan los protocolos de limpieza que garanticen la seguridad. El tema es a quien le creemos y analizar otras variables como la probabilidad de estar en contacto con otra gente.
El destino
No parece ser la mejor idea ir al extranjero. En estos casos es aconsejable mayores niveles de prudencia porque todos sabemos que existen posibilidades de nuevos picos de contagios y en esos casos sería mejor estar cerca y no en tierras extrañas. El llamado turismo de cercanías o el turismo nacional parecen ser las mejores y más seguras opciones.
Tendemos a pensar que elegir un destino con menos riesgo, es buscar entre los que no son masivos, tienen opciones de contacto con la naturaleza y podemos tener algún nivel de certeza de que se podrán solucionar los problemas que se puedan llegar a presentar. También se recomienda que el destino sea “cercano”.
El asesoramiento
Es recomendable en estos casos contar con el asesoramiento profesional de una agencia de viajes. La crisis de la pandemia del COVID 19 nos enseñó que los agentes de viajes dan un servicio muy útil. La forma que los agentes de viajes ayudaron a volver a viajeros que quedaron varados en diferentes lugares del mundo es conmovedora. Mucho más cuando esos viajes no habían sido vendidos por esos agentes de viajes ya que habían sido comprados por Internet, pero recibieron ayuda del agente de viajes “amigo”.
Ante la crisis mostraron que su servicio es importante. Es lógico: cuando las papas queman, es mejor estar asesorado por un profesional.
El pasajero debe tratar de aclarar dentro de las consultas todas las dudas.
Hasta ahora no hay normas que definan que va a pasar con turistas que en alguna de sus viajes den positivo. ¿Se deberán quedar en el destino? ¿Quien se hace cargo de los gastos? Es responsable el destino de los contagios que se den allí.
Conclusiones
Por todo lo analizado y tratado en esta nota consideramos que a la hora de programar un viaje durante la pandemia de covid-19 la responsabilidad el disponer de información para la elección del destino debe ser compartida por el usuario, la agencia de viajes y el receptor de destino. Es evidente que la decisión final es del turista, pero es una decisión difícil en tiempos de incertidumbre y por ello es necesario disponer de la mejor información posible. No estaría demás también, si tiene dudas, consultar a su médico y también a su sistema prepago de salud, si dispone, para, entre otras cosas, ver qué tipo de asistencia brinda en viaje. Pero el que toma la decisión final siempre es el usuario, el turista y creemos que para ello debe estar bien informado.
Con toda esta información brindada, consideramos que le hemos brindado herramientas para tomar una decisión responsable
Marina Bergler. Médica Pediatra MN: 66863, MP: 23580, trabaja Centros de atención primaria de Salud Municipalidad de Villa General Belgrano, Ex – Directora Salud Municipalidad de Villa General Belgrano
JOSE LUIS LOPEZ IBAÑEZ, Licenciado en turismo. Creador del grupo Turismo Técnico. Profesor universitario y consultor. Miembro de la Academia Argentina del Turismo. lopezitur@gmail.com – TW @lopezitur
