La medida fue notificada por la aerolínea Iberia a través de una carta en la que se deja establecido que, a partir del próximo 1° de abril, la tripulación de cabina para los vuelos de largo recorrido será reducida a la mínima reducida debido a razones de seguridad.
Según ha trascendido, se trata de una medida temporal, cuyo objetivo será adecuar los costes a la caída de ingresos, basados en el bajo factor de ocupación que “lamentablemente” viene sufriendo la compañía durante la pandemia del Covid-19.
Esta mínima requerida comprende ocho TCP por vuelo (que equivale al número de puertas de los aviones de largo recorrido de la compañía -A350, A330-200 o A330-300-), tal como han explicado fuentes de la sección sindical de Sitcpla en Iberia en declaraciones a la agencia de noticias Efe.
Si bien la compañía aérea ha indicado que se irá ajustando la carga de trabajo en función de la previsión de ocupación de los vuelos, el Sitcpla calcula que esta reducción de la tripulación podría tener un impacto de menor empleo de entorno a 40 tripulantes al mes.
Cabe destacar que, por su parte, los tripulantes adicionales al mínimo requerido prestan funciones comerciales y no de salvamento en vuelos de largo recorrido y se hacen imprescindibles con ocupaciones altas, para poder ofrecer mejores servicios a los pasajeros.
Al respecto, el director de tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) de la aerolínea, Bernardo Moya, añade en su notificación a los TCP que es “una decisión difícil y no deseada“, pero se trata de un período difícil “ya sea desde el punto de vista personal como del profesional” y, además, toda apunta a que lo va a seguir siendo durante los próximos meses.
“Un futuro próximo que se presenta con baja ocupación en los aviones de la aerolínea y, en el que, la gran incertidumbre hace todavía más compleja la planificación a medio plazo“, ha subrayado.
