El fenómeno Airbnb está amenazando a las grandes ciudades con mayor afluencia turística: los alquileres para residentes se vuelven cada vez más escasos e inalcanzables y autoridades de muchos países se encuentran obligados a restringir las licencias para este tipo de oportunidades de negocio en pos de garantizar un estilo de vida menos avasallante para habitantes. Frente a este escenario, existen otras compañías que ofrecen una experiencia similar en materia de alojamientos turísticos pero podrían destacarse como una elección más responsable, humanizada y económica.
Otras alternativas internacionales también promueven soluciones al hospedaje y alojamiento en un contexto turístico, sin dejar de lado el lado más humano y comunitario de la hospitalidad. HomeExchange es un ejemplo de ello: la compañía se afirma como la solución ideal para un alojamiento cálido y auténtico durante vacaciones, gracias a una fórmula que centra su valor único en el intercambio de casas.
¿De qué se trata en detalle? HomeExchange se presenta como una red para facilitar los intercambios de casas: cada vivienda tiene atribuidos una serie de puntos, denominados “Guestpoints” y los miembros suscriptos a la plataforma pueden hacer intercambios recíprocos o intercambios no recíprocos con puntos de invitados.
En la actualidad, HomeExchange está formado por un equipo internacional de 84 empleados que trabajan en conjunto para garantizar un servicio de calidad en lo que a alojamientos turísticos y experiencia de usuarios/huéspedes respecta. En diálogo con Intriper, la portavoz de HomeExchange en España, Pilar Manrique, destaca los puntos prioritarios en la propuesta de valor de la compañía que encuentra en Francia, España, y Estados Unidos sus principales mercados.
A puertas abiertas: ¿Cómo funciona HomeExchange?
Según explica Pilar Manrique, portavoz de HomeExchange en España, la hospitalidad, la generosidad y la confianza son valores esenciales que unen a los miembros de la comunidad. En términos generales, el intercambio de casas es una fórmula de intercambio amable gracias a la comunidad, ya que está basado en la hospitalidad.
Los anfitriones abren las puertas de sus casas y reciben a los invitados como si fueran amigos o familia, y ellos cuidan de la casa con el máximo cuidado, como si fuera su propia casa. Por eso decimos que es un alojamiento cálido y auténtico. Son intercambios humanos, un momento para crear vínculos, donde la base principal es el espíritu de compartir, la confianza y el respeto. De hecho, conocemos bastantes casos de que ha sido el principio de una amistad.
HomeExchange se ha posicionado como una forma segura, auténtica, humana, económica y responsable de viajar gracias a los valores que comparte su comunidad. Nuestra misión es ofrecer una opción turística comprometida, humana y responsable para todos.
Pilar Manrique, portavoz de HomeExchange en España
¿Cómo definirían el servicio que brinda HomeExchange para viajeros que se diferencia de cualquier otro tipo de alternativa de hospedaje?
HE: Los beneficios de HomeExchange se pueden agrupar principalmente en tres: sostenible, auténtico y económico.
Sostenible porque aprovechamos recursos ya creados y ofrecemos una experiencia única y cómoda en la que los invitados tienen a su disposición todos los servicios de la casa: desde los juguetes si van con niños hasta armarios, cacharros de cocina e incluso bicicletas y coche en muchos casos. No se fomenta por tanto la construcción de nuevas viviendas, y además, al no haber transacción económica entre los miembros que intercambian su casa, se evita la especulación, efecto negativo que estamos viendo que ocurren con el alquiler turístico de viviendas.
Auténtico porque esos días se disfruta del intercambio como si fueras un local. El anfitrión suele dejar recomendaciones de lugares y sitios que visitar, comer, comprar… ¡E incluso detalles de bienvenida! Ellos son los verdaderos expertos y guías del lugar, por lo que ayudan mucho a que esa experiencia sea auténtica y real.
Y económico porque con tan solo una cuota al año (149 €) puedes viajar de forma ilimitada por todo el mundo, ya que HomeExchange está presente en 133 países. Es decir, funciona con una especie de tarifa plana con la que una familia puede viajar siempre en sus vacaciones sin que suponga un problema para su bolsillo, ya que el coste de la suscripción apenas puede suponer el coste que una familia tendría en 1 noche, a lo sumo 2 en un alquiler turístico tradicional.
No se produce ningún tipo de transacción económica entre los miembros. Se paga una única cuota de 149 € al año y te permite realizar todos los intercambios que quieras durante ese tiempo. Este pago se realiza a través de la plataforma antes de realizar el primer intercambio.
Pilar Manrique, portavoz de HomeExchange en España
¿Es como una propuesta al estilo de la película “El Descanso”? ¿Se trata de un intercambio solo entre dos partes o podría haber más involucrados en simultáneo?
Manrique explica que, a la hora de hacer un intercambio, existen dos fórmulas:
– El intercambio recíproco: en el que dos familias intercambian sus viviendas, pero no tiene por qué ser en la misma fecha.
– El intercambio por GuestPoints: te alojas en casa de un miembro de la plataforma, pero él no viaja a la tuya. En este caso, le ofreces GuestPoints en agradecimiento por su hospitalidad. Cada miembro recibe GuestPoints cuando se registra en la página web y completa su perfil, y cuando aloja a otros miembros en su casa. Con esos GuestPoints que recibe de sus invitados, puede alojarse en casa de cualquier otro miembro de la plataforma.
Actualmente HomeExchange cuenta con más de 100.000 miembros adheridos y se encuentra presente en 133 países: sus principales mercados son Francia, España, y Estados Unidos.
Seguridad en contexto de crisis: el funcionamiento de HomeExchange durante la pandemia
“Durante la pandemia el sector turismo, al igual que el resto, sufrió mucho debido a las restricciones sanitarias”, expresa Pilar Manrique y agrega: “Sin embargo, a día de hoy, estamos convencidos que esta difícil situación reforzó el intercambio de casas como forma segura de viajar. Una vez superadas las restricciones de movimiento, los miembros se sentían seguros intercambiando sus casas”.
En primer lugar, el intercambio de casas les permitió disfrutar de un alojamiento seguro ya que, al ser casas reales, la rotación de invitados es mucho menor que un alojamiento turístico. En segundo lugar, pudieron viajar localmente y descubrir bellos lugares que no estaban tan lejos de casa.
Y, en tercer lugar, la comunicación fluida entre las familias que intercambiaban les permitía estar en todo momento al tanto de cómo evolucionaba la situación en el destino al que viajaban, lo que hacía que estas escapadas se realizaran de forma muy segura y confiada. Las familias se recomendaban los lugares más tranquilos para visitar, con menos afluencia de público, así como se daban sus mejores consejos y recomendaciones. En definitiva, les permitió viajar de forma segura y tranquila.
¿Qué pasará con el “efecto Airbnb”?
El concepto de “efecto Airbnb” describe un escenario bastante particular e inminente -aunque lleva ya su tiempo en grandes ciudades de todo el mundo- donde los propietarios y arrendadores se han percatado de que alquilar sus propiedades para estancias cortas podía ser más rentable que alquilarlas a largo plazo o incluso venderlas, dando lugar así a un estado de especulación que pareciera no acabar. Esto ha provocado una crisis de vivienda en muchos destinos, obligando a las autoridades pertinentes a buscar soluciones al respecto.
Como ser, desde hace ya unos cuantos meses, Ámsterdam ha prohibido por completo Airbnb y plataformas de alquiler de vacaciones similares de tres distritos en el centro antiguo de la ciudad. La medida fue impulsada luego de una votación popular en la que un 75% de residentes y organizaciones locales apoyaron prohibir las plataformas en los distritos de Burgwallen-Oude Zijde, Burgwallen-Nieuwe Zijde y Grachtengordel-Zuid.
Durante los primeros días de febrero de este año, Portugal ha impulsado una nueva legislación en la que determina la prohibición total de nuevas licencias para operar alquileres temporarios en plataformas como Airbnb. En paralelo, con el objetivo de desalentar la actividad, autoridades impulsarán una exoneración fiscal para quienes abandonen estos modelos de negocio y vuelvan a alquilar a medio plazo.
Por su parte, Argentina trabaja en un proyecto de ley para controlar el avance de los alquileres temporarios que sería presentado ante el Senado en un corto plazo. Como está ocurriendo en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o hasta Ciudad de México, en la capital argentina se registra una preocupante baja en la oferta del mercado de alquileres tradicionales. En consecuencia, la poca disponibilidad para este tipo de ofertas inmobiliarias se ve acompañada de cifras excéntricas, provocando un descontento generalizado entre ciudadanos y residentes.
