El gobierno de Uruguay y las autoridades del Ministerio de Turismo nacional han aprobado recientemente un protocolo para hoteles que contempla las medidas para el trabajo en áreas públicas, servicios de limpieza y recepción no sólo de estos establecimientos de alojamiento sino también de espacios gastronómicos.
Entre las principales medidas a tener en cuenta, se destacan el cumplimiento del distanciamiento social, la adopción de alfombras sanitarias y el uso permanente de tapabocas y el empleo frecuente de alcohol en gel.
Este protocolo nacional de reactivación de la actividad turística gastronómica y hotelera llevaba ya algunas semanas desarrollándose pero, debido a posturas encontradas con respecto a las piscinas y su posibilidad o no de uso, se retrasó su anuncio.
Ante esto último, las autoridades han determinado la autorización del uso de piscinas en el protocolo para hoteles. Según indicó el ministro de Turismo de Uruguay, Germán Cardoso, la normativa que entrará en vigencia para el turismo pospandemia establece que “en el uso de la piscina se deberá mantener una distancia mínima de 5 metros entre los usuarios de distintos grupos familiares“.
Así mismo, destacaron que, para el caso de piscinas cerradas, se deberá contar con ventilación permanente. De igual manera, todas las piscinas deberán ser higienizadas muy frecuentemente en la loza perimetral, así como las sillas y reposeras.
Desde el Poder Ejecutivo admitieron que “el contralor del protocolo comenzará el lunes 29 y estará a cargo del Gobierno nacional y el Congreso de Intendentes; ante incumplimientos a las disposiciones, se aplicarán sanciones“.
En efecto, por su parte, cada establecimiento gastronómico y hotelero contará con la disposición de un sello de control, que advierten deberá estar colocado en la puerta de ingreso, en un lugar visible a los clientes.
