La aerolínea más grande de América Latina no ha podido sortear los obstáculos económicos que se han presentado en el rubro de la aviación a partir de la suspensión de operaciones debido a la crisis sanitaria por Covid-19.
En consecuencia, se declaró ante un concurso de acreedores para desarrollar una petición en Nueva York, lo cual permite a la compañía aérea seguir operando mientras el operador chileno elabora un plan para pagar a los acreedores.
Es importante destacar que este escenario no afecta a los socios de Latam en Brasil, Paraguay y Argentina, quienes no son parte del caso de bancarrota, que se presentó en el Distrito Sur de Nueva York.
En efecto, la aerolínea Latam, cuyos accionistas incluyen a la familia Cueto de Chile y Delta Air Lines Inc., podrá continuar operando en un horario reducido y puede acceder a un préstamo de bancarrota de hasta 900 millones de dólares.
En algunas ocasiones, cuando las aerolíneas se manifiestan y/o declaran en bancarrota, pueden desistir de comprar de aviones a los cuales se había comprometido previamente. Esto resulta un dato importante ya que, por su parte, Latam tiene más de 20 aeronaves ordenadas a la compañía Airbus SE y media docena a Boeing.