En mis clases de Recursos Humanos en la carrera de Turismo, solemos hablar de los hábitos que según el best seller Steven Covey nos hacen altamente efectivos. Y cuando estaba preparando mis clases virtuales, se me ocurrió hacer una mini encuesta entre mis contactos de redes sociales. Coincidió con el momento en que comenzábamos con el aislamiento voluntario por la pandemia del coronavirus, y les pregunté si, dada la situación, eran capaces de identificar circunstancias que pudieran aportarles algún beneficio personal.
Me sorprendió que muchas personas no se habían puesto a pensar en eso, y supuse que era porque estaban abrumadas debido al alud diario de información mediática.
Me pregunté qué nos pasaba, ¿en qué lugar nos había colocado el aislamiento? No es que la situación no fuera grave ni mucho menos. Pero me resistía a pensar que no podíamos sacar nada positivo de esta experiencia. Sentía que la situación nos había sacado de nuestro eje. ¿Sería que usualmente vivimos aislados de nosotros mismos, y cuando estamos obligados a la “autoconvivencia” hacemos agua?
Me sentí desolada porque descubrí cuánto nos aterra el aislamiento que nos enfrenta a nosotros mismos. Mi primera conclusión fue que no estamos acostumbrados a bucear en nuestro interior.
Sin embargo también hubieron personas, tal vez las más acostumbradas a pensar-se, que me contaron sus experiencias y una a una fueron iluminando nuevas conclusiones. Así pude identificar a quienes poseen ciertos hábitos que los hacen estar siempre un pasito más adelante que el resto. Mi segunda conclusión fue que las personas más inteligentes son capaces de superar el dolor y encontrar razones para reinventarse.
Encontré personas proactivas, que convierten cualquier circunstancia en favorable para lograr los propósitos que siempre tienen en mente y no dudan en ponerlos en un lugar correcto dentro de sus listas de prioridades. Para mí las personas de ese tipo son como una perinola que en todas sus caras dice “toma todo”. Como Maru, artista plástica y profesora de pintura, que aprovechó para rediseñar el espacio de trabajo para que sus alumnos disfruten más el lugar y eso les ayude a aumentar su creatividad disfrutando más de sus clases. Por otra parte, le dedicó más tiempo a su propia obra, lo que le reportará a futuro un mejor posicionamiento a la hora de exponer en ciertas galerías. Además. algo muy importante: aprovechó el tiempo para conversar mucho más con su mentor, sistema clave para todo emprendedor.
Encontré los que saben perfectamente que nos salvamos todos juntos o ninguno, y como están siempre atentos al otro, logran que a su paso se construyan puentes solidarios que superen cualquier brecha. Los que siempre actúan bajo la premisa de que nadie pierda son conscientes que el desequilibrio y la desigualdad nos lleva inexorablemente por mal camino. Como Mariana, guía de turismo, profesora universitaria, que enseguida se reunió con sus compañeros y compañeras de militancia para diseñar nuevas formas de comunicación con las personas que viven en la calle, para que el nuevo aislamiento no los destierre una vez más de los propios bordes en los que habitan. O Leticia, Licenciada en turismo, docente y escritora, que abrió un espacio virtual para compartir la escritura creativa con quienes quieran disfrutarlo, en el que comparte gratuitamente su talento con quienes quieran dar los primeros pasos en ese arte. Ellas saben escuchar al otro y con el otro sinergizan y crean nuevas realidades.
Descubrí a quienes, sabiendo lo que quieren lograr, se ocupan por superarse permanentemente, contra viento y marea. Son los que entienden la dinámica de todos los tiempos: siempre tenemos cosas que mejorar. Como Evelina, docente, Licenciada en Turismo y Mg. en entornos virtuales, que aprovecha cada ocasión para comenzar una nueva capacitación, y así lo hizo durante este aislamiento obligatorio.. Ella siempre se ocupa de mejorar, y sabe que así contribuye también al mejoramiento de su gente.
Después seguí mirando a mi alrededor y empezaron a aparecer aquellos que echaron mano de las redes sociales para seguir brindando servicios, como la querida profesora de yoga Ada que estaba muy preocupada por el equilibrio y bienestar de sus alumnos y comenzó a dar sus clases por Facebook todos los días en el mismo horario; o Dan Lande, que ofrece sus “Corona Tours” con Google Earth en sus redes sociales, o mi alumna que me llamó para pedirme que la ayude a diseñar su idea de negocio para hacer una app de circuitos turísticos para personas con discapacidad visual.
Y podría seguir con una larga y hermosa lista que me reconcilió con la idea de que todos podemos mirarnos y comenzar a practicar aquellos hábitos que nos ayuden a ser mejores personas, a lograr nuestras metas, a ser relevantes, a honrar la vida.
Ellas ya los tienen. ¿Cuáles son los hábitos que querés conquistar en estos días?
4 respuestas
Muy buena Nota! , Yo tengo una Pyme de Turismo, y hay que pensar como nos vamos a reinventar, como los de la nota que desde su lugar , buscan como hacer cosas nuevas para mejorar , y que el futuro nos encuentre mejor parados #aprendamosdeesta #cuarentenaproactiva
Exacto Mónica! Ánimos!
Ame cada una de sus palabras, y en al motivacion de reinventarnos constanmente ante cada situacion, afrontandola de la mejor forma que podemos!
Me encantó cada una de sus palabras y me motivaron mucho también!!