🌍 ¿Qué “vende” realmente el turismo?
Cuando preguntamos qué “vende” el turismo, todos podemos sumar palabras a la extensa lista de respuestas: sueños, emociones, historias que contar, experiencias, bienestar, recuerdos… Todas convergen en un concepto clave: valor intangible, duradero, personal y subjetivo.
El gran desafío de los destinos y empresas turísticas es transformar estas demandas en productos y servicios memorables, prolongando el efecto positivo de la experiencia más allá del momento vivido. El objetivo es claro: convertir lo efímero en recuerdo duradero, y así, desafiar al olvido.
🎯 Dos dimensiones clave: Personalización y Persistencia
Este artículo propone una estrategia para crear valor a partir de la gestión de dos ejes fundamentales:
- La personalización de la experiencia.
- La persistencia del recuerdo generado.
Ambas dimensiones no solo influyen en la valoración del cliente, sino también en el desempeño de la empresa turística.
🧩 Personalización: de lo genérico a lo emocionalmente significativo
Personalizar implica adaptar el diseño, la operación y la comercialización de una experiencia a las expectativas concretas del cliente. Hoy, el reto va más allá: se trata de lograr una hiperpersonalización, muchas veces basada en tecnologías como la inteligencia artificial, capaz de identificar nichos y gustos individuales con gran precisión.
En el contexto actual, compartir una experiencia en redes no es solo una forma de expresión, sino una estrategia para reforzar el recuerdo y proyectar la identidad turística del viajero. La frase “like to share” representa ese deseo de visibilidad, que alimenta los algoritmos y potencia nuevas experiencias.
👉 Conclusión clave: una experiencia personalizada conecta emocionalmente con el viajero y aumenta la probabilidad de que esa vivencia se recuerde y se comparta.
🧠 Persistencia del recuerdo: del momento vivido a la memoria social
La persistencia refleja la capacidad de una experiencia para permanecer viva en la memoria personal y digital. Un recuerdo poderoso puede influir en decisiones futuras —propias o ajenas—, especialmente en una red interconectada.
El recuerdo se transforma en una herramienta de marketing emocional: se contagia, se replica, fideliza. Si es suficientemente memorable, puede convertirse en una ventaja competitiva difícil de replicar.
📌 Persistencia positiva = emoción intensa y duradera
📌 Persistencia baja = escaso anclaje emocional, olvido
🔍 Mapa de la Economía del Recuerdo
La siguiente matriz combina las dos dimensiones clave (personalización y persistencia), ubicando las experiencias en cuatro cuadrantes según su impacto emocional:
Persistencia (+) | Persistencia (-) | |
---|---|---|
Personalización (+) | 🟢 1. WOW – AsombroDiseño personalizado, conexión emocional fuerte. El recuerdo se convierte en una vivencia transformadora y socialmente compartida. | 🟡 2. Previsible – EfímeraDiseño personalizado pero poco sorprendente. El recuerdo se diluye rápidamente. |
Personalización (-) | 🟠 4. Sorpresa – Contagio emocionalDiseño genérico, pero la experiencia logra sorprender y consolidarse como recuerdo. | 🔴 3. Decepción – ArrepentimientoExperiencia impersonal y sin persistencia. Genera emociones negativas y se olvida fácilmente. |
Objetivo ideal: Estar en el cuadrante 1. Una experiencia personalizada y emocionalmente persistente crea el mayor valor turístico posible.
🧵 Reflexión final
En un mundo donde las experiencias compiten por atención y recuerdo, el verdadero reto de destinos y prestadores turísticos es diseñar vivencias que dejen huella. Personalizar con empatía y asegurar la persistencia emocional son claves para agregar valor, fidelizar y destacar en un entorno competitivo.