Como consecuencia de la pandemia de coronavirus, las consecuentes restricciones aéreas en gran parte del mundo y el cierre de fronteras que implementaron los países que conforman la mismísima Unión Europea, España sufrió este 2020 de manera drástica: allí el turismo internacional cayó un 74%, afectando a todos los rubros que componen la cadena de valor para la actividad vacacional.
Según cifras publicadas este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y septiembre de este caótico año, solo 16.8 millones de turistas visitaron el país. En el mismo periodo, pero del 2019, la cantidad de viajeros internacionales ascendía a unos 67 millones. Respecto a la temporada alta para el turismo en España, que comprende los meses de junio a septiembre, se reportó un retroceso del 83% en comparación de los 37 millones de visitantes extranjeros que llegaron al país el verano anterior, frente a los 6.250.000 turistas que lo hicieron este año.
De todas formas, si bien es cierto que la reputación internacional de España en las últimas semanas ha demostrado alarma frente a la gestión de la pandemia, cabe destacar que gran parte de la caída abrupta del ingreso de visitantes se debió a la imposibilidad misma de viajar frente a un contexto de crisis sanitaria. Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas, indicó que España no ha sido una excepción y que la caída del tráfico internacional ha sido generalizada no solo en la región sino que en todo el mundo: “Una parte del turismo [que venía a España] se ha ido a otros destinos, como Portugal o Grecia, pero la mayoría se ha quedado en casa o ha viajado dentro de su país”.
Desafortunadamente, advierten que las consecuencias de la falta de ingresos por parte del turismo podrían ser devastadoras para la economía local. El medio español El País ha detallado que el sector turístico contribuyó en 2018 a la generación del 12% del PIB español, hasta 147.000 millones de euros, según la última cuenta satélite elaborada por el INE, y agrupó a 2,6 millones de empleados: “Este año el gasto turístico internacional durante el verano se ha recortado un 86% por la pandemia y entre enero y septiembre acumula una caída del 75%. En total, 55.800 millones de euros tirados por la borda en los nueve primeros meses del año“.
Así mismo, las imágenes que se dejaron entrever en rubros como la restauración y la hotelería dan cuenta de la angustia y desesperación generalizada que provoca no solo el impacto de los primeros meses del año, al que todavía intentan hacer frente, sino que también pega aún más fuerte este segundo periodo de restricciones a causa de una nueva ola de brotes.
Si bien durante el mes de julio se dio lugar a una reapertura económica y junto con la bajada de la incidencia del coronavirus se permitió que el turismo español pudiera recuperarse parcialmente durante ocho semanas de verano, ahora todo aquel esfuerzo parece desvanecerse entre las manos de los trabajadores. De hecho, es tal la falta de esperanza, que desde la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos reconocen que el sector no tiene esperanza de recuperarse con la campaña de Navidad.
