Con la intención de garantizar la supervivencia de la compañía, Norwegian ha decidido poner fin a la operación de sus rutas de larga distancia y concentrarse en los viajes en Noruega, entre los países nórdicos y dentro Europa. Se estima que el cierre de las operaciones de largo radio signifique la pérdida de alrededor de 2.000 empleos en España, Italia, Francia, Reino Unido y Estados Unidos.
Desafortunadamente, el proceso de reestructuración y ajuste que Norwegian había encarado desde 2019 para alejarse de las cifras negativas respecto a su productividad y rentabilidad, acentuado luego del estallido de la pandemia de COVID-19 en marzo del año pasado, ha obligado a llevar a cabo otro hito: la compañía anunció oficialmente que se centrará en su red europea y dejará de operar rutas de largo alcance, entre las que se encontraba ciudades como Buenos Aires, Nueva York, Boston y San Francisco.
En efecto, esto provoca que la aerolínea noruega, considerada como la tercera mayor aerolínea de bajo coste en Europa, deba desprenderse de su flota de Boeing 787 Dreamliner para homogeneizarla en sus caballitos de batalla pasillo único, los Boeing 737-800 (y eventualmente los MAX, una vez que vuelvan a volar en Europa).
No obstante, por lo pronto el plan presentado ante la Bolsa de Oslo contempla operar alrededor de 50 aeronaves durante 2021 y sumar otras 20 en 2022. Por lo que, este panorama, junto a otras medidas de reestructuración tomadas en los últimos meses, tiene como objetivo reducir la deuda desde los actuales 66.8 mil millones de coronas noruegas (USD 7.87 mil millones) a 20 mil millones (USD 2.35 mil millones) y obtener entre 4.000 y 5.000 millones de coronas “mediante la combinación de una emisión de derechos a los accionistas actuales, una colocación privada y un instrumento híbrido“.
Cabe destacar que Norwegian atraviesa una difícil situación financiera desde hace años, agravada en 2019 por la prohibición temporal de vuelo de los Boeing 737 MAX y los problemas con los motores Rolls Royce, y agudizada con la crisis del coronavirus.
La aerolínea logró a mediados de diciembre el apoyo de sus accionistas a su plan de reestructuración, que incluye emisión de nuevas acciones y conversión de deuda, después de haber recibido el visto bueno de los tribunales irlandeses y noruegos a un doble proceso de reestructuración que asegure su supervivencia.
Por lo pronto, desde la compañía indicaron que aquellos pasajeros con reservas afectadas serán contactados directamente y recibirán reembolsos.
«Es con gran pesar que debemos aceptar que ello afectará a entregados compañeros por toda la compañía. Me gustaría agradecer, a cada uno de nuestros colegas afectados, su incansable dedicación y contribución a Norwegian a lo largo de estos años… Nuestro foco de atención es reconstruir una Norwegian fuerte y rentable para que podamos salvaguardar tantos puestos de trabajo como sea posible. No esperamos que la demanda de los clientes en el segmento del largo recorrido se recupere en un futuro próximo, y nuestro enfoque se centrará en desarrollar nuestra red de corto recorrido a medida que salgamos del proceso de reorganización”
Jacob Schram, consejero delegado de Norwegian.