l sector del turismo y hotelería es uno de los más afectados a nivel mundial por las restricciones sanitarias por la pandemia de coronavirus. La crisis se visualiza en la Argentina, con el cierre definitivo de más de 1.700 establecimientos, las clausuras temporales de otros y la pérdida de 170.000 empleos.
Así lo reportó la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT), desde donde recalcan que se trata del peor momento en la historia de la actividad local. El número de cierres definitivos en el último año, que engloba hoteles de todas las categorías, representa el 10% de la oferta total.
La situación derivó en la pérdida de un 25% de los puestos laborales que existían en la previa a la pandemia. De acuerdo con cifras oficiales, hay 170.000 empleos menos en el sector. Desde la AHT se alertó, además, que la situación se profundizará si se producen nuevas restricciones, que el Gobierno se , en medio de la segunda ola de contagios por Covid-19.
“Es la mayor crisis sectorial, con un daño profundo que permanecerá en el tiempo y del que no será rápido recuperarse”, enfatizó por su parte la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (Fehgra).
Desde esa federación indicaron que la crisis, la desaparición de empresas y la destrucción de puestos laborales son “récords, significativamente superiores a cualquier otra debacle, como la de 2001-2002 y la hiperinflación de 1989-1990″.
La crisis golpea tanto a pequeños emprendimientos como a las grandes cadenas de alta gama, con inversores locales con franquicias de las marcas globales a la búsqueda de salir de un negocio al que no se le vislumbra un horizonte certero de recuperación.
Por eso, y pese a que el Gobierno incluyó al turismo y a la hotelería en el programa Repro II, por el que se pagan hasta $18.000 de sueldo por trabajador a las empresas de sectores críticos, la Fehgra reclama la vuelta del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) a fin de cubrir a la mayor cantidad de empresas posibles.
Crisis sin precedentes
Desde organizaciones del sector como FEHGRA, la federación que nuclea a los empresarios de los alojamientos y los restaurantes, acercaron a iProfesional un relevamiento donde se detalla que sólo entre abril y diciembre del año pasado, el segmento acumuló una baja de la actividad superior al 60 por ciento.
“En enero del 2021 la actividad sectorial seguía estando 39 por ciento por debajo del mismo mes del año anterior, lo que indica que la flexibilización parcial de la actividad desde septiembre 2020 no generó un nivel de actividad normal”, indicaron desde la entidad.
Siempre según el relevamiento, en el último año dejaron de operar al menos 8.000 emprendimientos pertenecientes a la gastronomía y la hotelería.
“No se trata de una crisis coyuntural de la cual será rápido recuperarse. Los efectos sobre la estructura empresarial del sector son profundos. Las estimaciones de FEHGRA indican que, antes de la implementación de estas nuevas medidas, había desaparecido el 10 por ciento de las empresas del sector”, afirmaron desde la organización.
“La profundidad de la recesión sectorial es de tal magnitud que, en comparación histórica, grandes crisis macroeconómicas quedan minimizadas. La caída del 2020 es peor que una situación hipotética en la cual las crisis de la convertibilidad 2001-2002 y de la hiperinflación 1989-1990 se hubieran dado juntas“, se destaca.
Semejante pérdida de funcionamiento económico, indicaron desde la federación, redundó en una pulverización histórica de puestos de trabajo.
“Las estimaciones oficiales del INDEC, publicadas recientemente, muestran la pérdida de más de 170.000 puestos de trabajo totales en el sector hotelero gastronómico entre el cuarto trimestre del 2019 y el cuarto trimestre del 2020”, reconocen en la entidad.
En lo que va de pandemia, combinados, los rubros sufrieron la destrucción del 25 por ciento del empleo total. Ante esta situación por demás de dramática, la organización volvió a reclamar la instauración de medidas de auxilio oficiales.
En concreto, los empresarios demandan “la puesta en funcionamiento nuevamente del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que hasta diciembre de 2020 fue una herramienta vital para amortiguar el impacto económico del Covid-19”.
“El Fondo Complementario REPRO II para Turismo asiste solo a alrededor de 40.000 empleados del sector turístico, actividad que ofrece trabajo a alrededor de 1,2 millones de personas en todo el país”, aclaran desde FEHGRA.
Evaluadas por separado, la actividad de los hoteles cayó 95 por ciento entre abril y diciembre de 2020 y casi 55 por ciento en enero de 2021. La gastronomía, en tanto, se desplomó 54 por ciento entre abril y diciembre del año pasado, y volvió a desmoronarse más del 35 por ciento en el primer tramo de 2021.
Qué hoteles de referencia cerraron
Entre los que cerraron definitivamente, se encuentran complejos emblemáticos de Córdoba, como el Sheraton, el Amerian y el Interplaza en la capital de esa provincia, donde también desaparecieron 144 hospedajes. Por su parte, en Río Cuarto, cerró el Ópera; en San Francisco, el Libertador; y en Río Tercero, el Argentino.
En Mendoza, dejaron de funcionar Río Diamante, Hussu y Andesol, en San Rafael; y San Pedro y Confluencia, en la capital. Se suman Salto Grande y Mayim, en Entre Ríos; y Casa Real, en Salta. En San Carlos de Bariloche, ya no opera más el Plaza, consignó el diario El Cronista.
En Mar del Plata, 80 alojamientos, situados mayoritariamente en la zona céntrica, bajaron las persianas en lo que va de 2021, aseguró la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica (AEHG). Garden, Ortegal, Prince, L’été, Vaness y Cervantes son algunos casos.
El Sheraton marplatense -perteneciente a la cadena Marriott y administrado por la franquicia Gotel Hotel Management- anunció un cierre temporal, que, en principio, durará dos meses e incluirá la suspensión de 80 empleados, que percibirán el 75% de sus sueldos.
De acuerdo con un trabajo de la consultora Invecq, el nivel de actividad retrocedió a valores similares a los de hace 40 años. En el período abril-diciembre de 2020, la caída fue del 95%. En enero de este año, seguía estando un 39% interanual abajo.
Los efectos sobre el empleo también dan cuenta de la gravedad de la crisis. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), se perdieron 170.000 puestos de trabajo en la hotelería, lo que significa la destrucción del 25% de las fuentes laborales del sector.
En los últimos 15 años, el sector aumentó un 77% la generación de puestos de trabajo formales, cuando, en el mismo período, la economía en total generó un crecimiento del empleo registrado del 41%. Además, el complejo turístico es el tercer exportador y generador bruto de divisas.