El Camino de la Sostenibilidad

En la actualidad el concepto sostenibilidad está siendo ampliamente utilizado, lo mencionan los líderes políticos en cumbres internacionales, marcas reconocidas en sus campañas publicitarias, las entidades financieras globales lo demandan para otorgar financiamiento y abundan los programas de gobierno que promueven el desarrollo sostenible. Sin embargo, existe poco conocimiento en las organizaciones, empresas y en la comunidad en su conjunto sobre un concepto que más allá de cualquier exageración técnica o intelectual no es más que la aplicación del sentido común y de buenas prácticas que contribuyan al buen desarrollo y evolución de las personas, las empresas, organizaciones y los territorios (sector público).

Cualquier ente (persona – organización – territorio) que se considere sostenible, que esté en el camino de serlo, o iniciando el proceso, debe procurar un desarrollo equilibrado e integral en tres dimensiones de actuación; la económica, la ambiental y la de la vinculación con la comunidad. 

Respecto de lo económico, se trata de: 1) en lo personal, de generar los recursos necesarios para tener una buena calidad de vida, 2) como empresa u organización, generar los recursos necesarios para retribuir a todas las personas y organismos que trabajan, proveen bienes y/o servicios, invierten o dependen de ellas de alguna manera, y 3) a nivel público, generar los recursos necesarios para una gestión eficiente y orientada a las personas y a su desarrollo como individuos.

Respecto de lo ambiental, se trata de: 1) en lo personal, consumir de manera responsable, reducir la cantidad de residuos generados a nivel individual y doméstico e interactuar con el ambiente (naturaleza) como si fuera nuestra propia casa (grande), 2) como empresa u organización, implementar un sistema productivo, comercial o de provisión de servicios en el que se realice un uso eficiente de los recursos y de los activos minimizando el uso de energía y la generación de residuos industriales y comerciales, 3) a nivel público, planificar y desplegar obras de infraestructura y de servicios públicos que tengan el mínimo impacto posible en el ambiente y que a su vez reduzcan el consumo de diferentes fuentes de energía por parte de los habitantes.

Respecto de la relación con la comunidad, se trata de: 1) en lo personal, de relacionarse y contribuir de manera positiva y empática con el entorno que nos rodea (familia – barrio – sociedad), 2) como empresa u organización, generar un clima laboral apropiado para el desarrollo y el bienestar de las personas que la integran y tener un rol activo y positivo a nivel institucional, académico y social, 3) a nivel público, promover, desarrollar e implementar políticas públicas que favorezcan el bienestar integral y el desarrollo de las personas. 

Como surge de los párrafos anteriores, la sostenibilidad no es más que la vocación, convicción y decisión de hacer bien las cosas, entendiendo nuestros diferentes roles, ya sea como individuo de a pie, como directivo y responsable de una organización (empresa – institución) o como funcionario público. 

La sostenibilidad es, en definitiva, un proceso holístico en el que nuestro bienestar se maximiza, reduciendo el impacto negativo en el ambiente y ampliando los beneficios a otras personas y a la comunidad en su conjunto.


¿Y cómo ser sostenibles?

El camino hacia la sostenibilidad comienza con “ser conscientes” de que un mundo mejor es posible si incorporamos un enfoque holístico sobre lo que es el bienestar. El bienestar no es individual, ni se consigue de cualquier manera y a toda costa, el bienestar es un proceso integral en el que debemos progresar como personas siendo conscientes de que debemos dejar nuestro lugar en las mismas condiciones para nuestros hijos, nietos y/o próximas generaciones y que quienes nos rodean, más allá de nuestra familia, también importan. En materia de sostenibilidad todos somos parte. Es el efecto mariposa.

Una vez que seamos conscientes y que tengamos la convicción de ser sostenibles, podemos implementar buenas prácticas cotidianas, sistemas de gestión o incluso medir nuestra evolución con estándares internacionales como GRI (Global Reporting Initiative) o SASB (Sustainability Accounting Standards Board)

Quienes hacemos SIGA Sostenible somos conscientes y estamos decididos a iniciar el camino de la sostenibilidad y aportar todo nuestro esfuerzo, conocimiento y creatividad para contribuir a que más personas, empresas, organizaciones, y territorios inicien este mismo camino.

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