Aeropuertos y aerolíneas de todo el mundo se están viendo superados para tratar de reactivar la normalidad: luego de las restricciones de la pandemia, la industria aeronáutica sufre un pico de usuarios. En paralelo, las compañías aéreas han padecido una drástica disminución en sus equipos de trabajadores ante una falta de presupuesto, algo que no había sido registrado como una consecuencia hasta ahora.
¿El motivo de este incipiente colapso? La eliminación o flexibilización de las restricciones de viaje introducidas durante la pandemia incrementó el número de personas que retoman los viajes, las vacaciones y las rutinas de traslados semanales por trabajo. No obstante y de forma sumamente curiosa tratándose del tiempo de inactividad que las terminales protagonizaron, este escenario fue poco previsto por las gestiones correspondientes, generando en algunos casos hasta cierto hastío a la hora de volver a viajar.
En las últimas semanas, con motivo de periodos vocacionales en Europa y Estados Unidos, los principales aeropuertos del mundo han registrado largas colas, retrasos y cancelaciones: el resultado de una situación caótica que han sufrido los viajeros como principales damnificados.
¿Qué es lo que ocurre para que se registre cierto caos en las terminales aeroportuarias? Los expertos han identificado tres razones comunes en varias partes del mundo: las mismas representan los desafíos y temas en los que ocuparse para la actividad aeronáutica de cara a la reactivación de la “normalidad”.
Rápido aumento en el volumen de pasajeros
En los últimos meses, la actividad se recuperó y algunos aeropuertos volvieron casi al nivel de tráfico de hace dos años. Algunos incluso han registrado tráficos récords ante la emoción de miles de personas de volver a subirse a un avión para descubrir destinos nuevos lejos de casa.
En Estados Unidos se registraron problemas con motivo del fin de semana festivo del Memorial Day (Día de los Caídos) del 30 de mayo, una de las fechas con más desplazamientos del año en el país. Las aerolíneas estadounidenses cancelaron más de 2.500 vuelos durante los cuatro días de vacaciones, que marcan el inicio de la temporada de viajes de verano. Entre los principales motivos destacaron las condiciones meteorológicas, el control del tráfico aéreo, los casos de Covid-19 entre los empleados y otros problemas de personal.
En paralelo, a principios de mayo, tanto el Consejo Internacional de Aeropuertos de Europa (ACI Europe) como la Asociación de Servicios Aeroportuarios (ASA) advirtieron que la crisis de personal amenazaba a los aeropuertos de toda Europa debido al fuerte incremento de pasajeros.
Por su parte, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), el organismo comercial que representa al sector de la aviación, ha expresado a través de Twitter: “La relajación de las restricciones de viaje y la fuerte demanda acumulada están permitiendo que las reservas internacionales alcancen a las nacionales. Actualmente, las ventas internacionales y nacionales se sitúan en el 66% y el 72% de los niveles de 2019, respectivamente”.
2. Drástico recorte de personal durante la pandemia
El número global de pasajeros cayó un 60%, de 4500 millones de 2019 hasta 1800 millones en 2020. Esto resultó en la quiebra de 55 aerolíneas ese año. En 2021 el número global de pasajeros se recuperó ligeramente hasta los 2300 millones, cerraron otras 35 aerolíneas, aunque abrieron 57 nuevas.
Las restricciones aprobadas durante la pandemia del Covid-19 desencadenaron la peor crisis que ha conocido el transporte aéreo y obligó tanto a las compañías aéreas como a los aeropuertos a despedir a gran parte de su personal. De hecho, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) describió 2020 como “el peor año desde que hay registros”.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos avisó de que muchos de los mayores aeropuertos del país están sufriendo limitaciones en despegues y aterrizajes por carencia de personal y altos volúmenes de tráfico. La falta de personal afecta desde el control de los pasajeros hasta el manejo de los aviones, pasando por los auxiliares de vuelo.
Según datos de Airlines UK, el organismo del sector que agrupa a las aerolíneas registradas en Reino Unido, las compañías recortaron unos 30.000 puestos de trabajo, tras haber empleado a 74.000 personas en 2019. También se recortaron miles de puestos de trabajo en aeropuertos y actividades de apoyo a la aviación, que solían emplear a otras 66.000 personas. Sólo British Airways despidió a 10.000 personas.
Hablar de cifras parece bastante superficial en tanto no se tenga un registro concreto de lo que eso representa en términos de logística y operación. La falta de personal formado en la industria aérea, que ha abandonado el sector en masa en los últimos dos años, ha llevado a algunas aerolíneas a tomar medidas extra: por ejemplo, la aerolínea de bajo coste Easyjet, que canceló el pasado domingo 80 vuelos, anunció que este verano la fila trasera de asientos se eliminará de todos los aviones Airbus A319.
3. Problemas para contratar personal nuevo
Las aerolíneas y aeropuertos tienen que contratar en masa, a toda prisa, mientras ofrecen condiciones poco atractivas: los salarios del personal de tierra son bajos, sus horarios de trabajo son escalonados, con jornadas de trabajo en los fines de semana. A eso se suma que todos los puestos de trabajo relacionados con la seguridad tienen que pasar por un control especial de su perfil.
Desafortunadamente, son procesos puede demorarse hasta seis meses: se necesita una autorización de seguridad de la Autoridad de Aviación Civil y del gobierno. En algunos países, el control meticuloso de su perfil puede durar hasta seis meses. En el caso de los pilotos, muchas aerolíneas evaluaban reducir horas de entrenamiento para lograr que haya mayor cantidad de profesionales de vuelo listos para entrar a las aerolíneas.
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