El pasado domingo arribó al Apostadero Naval en Dársena Norte el buque escuela italiano «Amerigo Vespucci», en el marco de su Tour Mondiale, un nuevo Viaje de Instrucción que lo llevará a dar su segunda circunnavegación al globo. Durante su amarre, la Banda de Música del Estado Mayor General de la Armada Argentina y la de la Marina italiana interpretaron diversas marchas tradicionales, otorgándole al arribo un clima de camaradería y festividad que perdura durante toda su estadía con diversas actividades temáticas.
La Unidad más antigua en servicio de la Marina Militar Italiana, que cumplió 93 años en febrero pasado y cuyo lema reza «No quien comienza sino quien persevera», visita por segunda vez en su historia el puerto de Buenos Aires. La primera vez que el buque escuela estuvo en la capital argentina, fue en el marco de su Campaña de Adiestramiento de 1952.
La histórica embarcación permanecerá en Dársena Norte hasta el próximo 21 de marzo, tiempo en el que su tripulación desarrollará diversas actividades abiertas al público, organizadas por la Embajada de Italia en Buenos Aires. Entre ellas, durante la tarde del martes 19 de marzo se llevó a cabo un encuentro entre autoridades italianas y personalidades destacadas descendientes de italianos con motivo de conversar sobre la importancia del turismo de raíces (turismo delle radici).
Desde hace ya unos años, la Agencia Nazionale del Turismo impulsa el turismo de raíces como una oportunidad única e imperdible para viajar a conocer el origen familiar visitando el pueblo del antepasado italiano que emigró y rastreando toda la mayor información posible sobre su biografía. En esta oportunidad, junto al reconocido periodista Lalo Mir y Verónica Morelo, coordinadora de la Sede Argentina de ENIT, se compartieron las experiencias de viaje del actor Mike Amigorena y de Daniel “Pipi” Piazzolla, baterista y nieto del músico Ástor Piazzolla.
Amerigo Vespucci, la nave più bella del mondo
En los años veinte, el Estado Mayor de Defensa de Italia consideró necesario renovar las unidades destinadas a la formación de los Cadetes de la Academia Naval. En 1929, por iniciativa del Ministro de Marina, Almirante Giuseppe Sirianni, se decidió construir dos nuevos buques escuela diseñados por el Teniente Coronel del Cuerpo del Genio Navale, Francesco Rotundi. De este proyecto surgió el “Amerigo Vespucci”, botado el 22 de febrero de 1931 en la ciudad de Nápoles.
El “Amerigo Vespucci” es un velero con motor de tres palos –trinquete (52 metros), Mayor (56 metros) y mesana (45 metros)– equipados con perchas y 24 velas, con una superficie total de 2.635 metros cuadrados.
La longitud total máxima es de 101 metros, con un ancho de 15,6 metros y un desplazamiento a plena carga de 4.300 toneladas. Su tripulación está compuesta por 264 militares y complementada por Cadetes (unos 100 al año) y personal de apoyo de la Academia Naval, sumando un total de unos 400 marinos embarcados en Campañas de Formación.
Sin embargo, no es su tamaño algo por lo que sobresalga del resto, si no su belleza: en 1962 ganó el título a la nave más bella del mundo luego de cruzarse con el portaviones norteamericano USS Independence en el Mar Mediterráneo. Según cuentan desde la
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